Va de vampiros

>> viernes, 23 de enero de 2009


La re-sobredosis última que me he pegado con el género vampírico, a mano de Moonlight, me ha hecho preguntarme algo que lleva conmigo desde lo tiempos de Blade: ¿qué coño les pasa a los nuevos vampiros? En serio, ¿qué les pasa, o qué les ocurre a aquellos que escriben sobre ellos?

No soy una experta en este tema a pesar de lo mucho que me gusta, lo admito, pero si algo sí sé, es que estas criaturas de la noche distaban muchos de los que hoy día son sus predecesores, cuyo mérito como no-muertos reside en su don para encandilar a las que pierden las bragas por los Jonas Brothers y que lloran cuando van a un concierto de RbD. El morbo que pueden llegar a tener está en lo moralmente sosos que pueden llegar a ser. De repente, ninguno chupa sangre humana; beben de animales o la roban en los hospitales. Su halo misterioso reside en que están siempre callados en lo referido a su condición, y lo más morboso que pueden llegar a producir viene de la mano de unas palabras megas cursis y una sonrisa sobrada; tal vez un acto heroico de vez en cuando, por qué no.
Todos viven atormentados por el hecho de ser vampiros y reniegan de convertir a alguien más por no condenarlo a vivir como ellos eternamente, incluso cuando esa persona es la pava de turno de la que están super enamorados, que, al quererla tanto, no pueden hacerle pasar por todo eso. ¿Querer? ¿No convertir? WTF?! Y si encima deciden vivir con ella para siempre y convertirla, puede pasar que al morderla ocurra algo que la deje en coma en resto de la eternidad. Puta mierda.

Se odian tanto así mismos, que se convierten en cazadores de su raza. Se alían con humanos y disfrutan estando con ellos.

Viven como humanos. Van al instituto, tienen trabajo, viven por su cuenta... Atrás quedó el punto de erotismo de los vampiros originales, con sus mansiones pobladas de vírgenes y sus orgías descomunales, donde el sabor caliente de la sangre era su más exquisito manjar y donde matar era un placer. Sus nietos tienen sus mismos dones, tal vez algo mejorados y con mucho efecto especial, pero los usan para hacer el bien, o para no usarlos, directamente. Si quieren algo, lo piden por favor, sin emplear sus dotes de seducción para salirse con la suya. Y es que casi no tienen. Son demasiado castos. ¡Son un puto asco!

Si Drácula o Nosferatu levantaran la cabeza....



Y toda esta reflexión ha venido ante el inminente estreno de la tercera parte de Underworld, otra cagada de las muchas cagadas sobre vampiros -o adaptación bastante mala de lo que antes fueran-.


Si bien las dos primeras me parecieron malas, pero malas de las que se pueden medio soportar, de esta no sé qué pensar. En parte agradezco que
haya pasado a mejor vida la sosa historia de amor entre Selene -otra vampira guerrera aburrida, moralmente correcta y enamoradiza. Eso sí, siempre haciéndose la dura- y Michael, el híbrido entre licántropo y vampiro. Pero fuera alegrías; han decidido martirizarme con sus antecesores: Sonja y Lucian, la hija de Viktor y el licántropo malo malísimo de la primera entrega. Esta vez, con una guerra de la ostia de por medio.

Si habéis visto la primera supongo que recordareis los momentos flashback de cuando Lucian mordió a Michael, en los que veíamos como mataban a Sonja delante del lobito. Y ya en la segunda -asco de la segunda- nos hablaban de las guerras que hubo entre vampiros y licántropos.

Pues bien, de eso va esta tercera película.

La historia transcurre durante las edades oscuras en las que los aristocráticos vampiros tenían sometidos a los hombres lobo en un régimen de esclavitud. Un joven licántropo, Lucian, se destapa como un líder que guía a los hombres lobo en su rebelión contra el malvado Viktor, el rey vampiro que los esclavizó. Sonja, amante secreta de Lucian e hija de Viktor, se unirá al licántropo para ayudarle en su lucha.
Sí, lo he copiado. No tenía ganas de ponerme a explicar eso ahora, por poco que sea.

Si algo me ha llamado la atención de esta película es la actriz que interpreta a Sonja, Rhona Mitra. Ya nos decían en las anteriores películas que Selene se parecía mucho a la hija de Viktor, así que, ¿qué han hecho? Poner la versión encauchutada de Kate Beckinsale, of course.

Y otra cosa que he apreciado es que, a pesar de que Len Wiseman ha cedido el papel de director, siguen manteniendo el dichoso tono azul oscuro de sus películas. A ver, si quieres algo de "rollo siniestro", ¡apaga la luz! pero deja esa mierda de los tonos azules, en serio. Y las lentillas de pega también.

Con esto, un bizcocho y el tráiler -in inglish-, ¿mañana a las ocho? Sí, y un huevo.


3 huellas:

Marino 23 de enero de 2009, 3:21  

Si quieres buenos libros sobre vampiros, vete a por los clásicos de Rice o Stroker (o Stoker o como sea) o a por libros de "Vampiro: La Mascarada", los que están basados en el Mundo de Tinieblas creados para el juego de rol "Vampiro: La Mascarada".

Esos si que molan, yo tengo uno, aunque me he leido unos cuantos. Asi que si quieres me pides alguno xP

Lur 23 de enero de 2009, 10:44  

Te pido, te pido. ¡Dejameeee!

Pado 24 de febrero de 2009, 8:22  

He llegado aqui mediante el blog del indeseable que comenta esta misma entrada y compañero de lucha anticervecil, y me ha gustado mucho lo leido, pero ante esta entrada solo puedo añadir un AAAAAAAMEN de tres pares de cojones.

Hay una serie de tv que puedes encontrar por youtube basada en los libros de vampiro:la mascarada, creo que se llamaba "hermandad de sangre" o algo asi.

Y nada, que te linkeo a mi blojj

About This Blog

Lorem Ipsum

  © Blogger template Sunset by Ourblogtemplates.com 2008

Back to TOP