Techo de papel

Mi vecino de arriba es una persona que no duerme muy bien; se levanta cada diez minutos durante toda la noche en lo que escucha 'Cadena Ser'.
Mi vecino camina arrastrando los pies, y el continuo frifrí de sus zapatillas contra el suelo inunda mi habitación.
Siempre, a las cuatro de la mañana, decide que está harto de estar en la cama y se pone a dar vueltas por la habitación.
En un cajón de la mesita de noche guarda un gran tesoro o algo que estima demasiado, ya que la abre cada dos por tres.
Mi vecino de arriba está siempre malito, y no hace más que toser.
Mi vecino tiene una canica imantada, y siempre se le cae al suelo a partir de las diez.
Duerme en una cama algo viejita, que no hace más que crujir cada vez que acuesta en ella, cumpliendo siempre la tradición de rebotar sus muelles tres veces.
Mi vecino es un hombre muy maniático. Tiene que estar reordenando el cuarto a cada rato, moviendo muebles una y otra vez. Nunca está conforme. Y nunca lo puede hacer ¡antes de la diez!
Cuando bebe agua en mitad de la noche, siempre deja el vaso en el suelo, para luego al levantarse a las cuatro de la mañana darle torpemente una patada y empotrarlo contra la pared.
Mi vecino no usa despertador. ¿Para qué, sino duerme? Pero se ha tomado en serio lo de despertarme a mí a eso de las seis.


No he visto en la vida a mi vecino de arriba. Si me lo encontrara en la entrada, no lo reconocería... a no ser que estornudara. Entonces diría: ¡es él!

Puto vecino de arriba.