Citando a Mara...

>> lunes, 2 de marzo de 2009

... estoy... ¡en mi modo Berserker! -que a todas estas, tuve que buscar qué era eso exactamente allá en su momento ya que mis referencias en cuanto al tema partían del Final Fantasy X-2, gracias a una de las vestiferas y a la manía de Yuna por cambiarse de ropa para molar (y esto no es friki)-.

En fin. La cosa es... ¿qué coño les pasa a los viejos/personas mayores/mujer menopáusica/hombre que no folla porque su mujer está depre a causa de la menopausia/hijos de la gran amargura a mi parecer? En serio, va, menuda racha de abuelitos antipáticos asesinas con bolso llevo. Estoy por re-diseñarme a mí misma y endosarme:
1) El bolso aniquilador con ladrillo dentro
2) El bastón cabrero -y cabrón también- que siempre ocupa inoportunamente media acera
3) El paraguas tamaño Rusia con sus alambres sueltos dispuestos a arrancarte medio ojo - ¡asociación a favor de paraguas nuevos ya! ¡Por favor!
4) Y un gorro de vaquero. No tiene ninguna utilidad macabra, pero de vez en cuando viene bien reírse de uno mismo.

Y todo esto hecho a base de acero forjado y recubierto de una capa de Agua Brava. Pero eh, sólo para casos generales. Con el señor cuyo parecido al hijo de Chuck Norris engendrado con la mujer de Toro Sentado era asombroso y que tan amablemente me ha jodido la espera en la cola del Supersol... a ese no le daría ni de su propia medicina, sino que lo hubiera aniquilado sin más con mi rayor láser.

Situación: yo, tan feliz en la cola de caja, me dispongo a mover mi cesta cuando el hijo de Chuck Norris y Nube Púrpura -¿pensabais que iba a decir hijo de puta, eh? Pues casi-, apoya tranquilamente su cesta sobre la mía, impidiéndome que pueda cogerla.

Yo: Ummm... perdone, ¿le importa...?
Chuck Púrpura (con cara de acelga y un tono de lo más cortante): Sí, me importa.
Yo (alardeando que mis padres se gastaron una buena pasta en un colegio donde me diagnosticaron 7 demonios): No puedo mover la cesta si no quita la suya... (poder, puedo, pero se la tiraría, y no es plan... aún)
Nube de Norris: Ohh, siempre quejándoos. ¿Qué te importa moverte de la caja a la cesta para ir dejando cosas?
Yo (mirando el escaso metro que hay de distancia, que es poco, pero que no me sale del culo recorrer): Lo mismo que a usted quitar la cesta y dejarla en el suelo, ¿no?
Chuckpamela: Yo ya estoy mayor.
(y yo soy joven como para estar perdiendo el resto de mi tiempo con usté, te jode)
Yo, haciendo amago de bajarla por él, porque ya no se trata de moverme un metro o no, sino que su cesta aplasta la mía y no puedo sacar nada.
Norris (escandalizado, como si fuera a robarle): ¡¿qué haces?!

AHHHHHHHHHHHH!


Lamentablemente, la historia no acabó con sangre, sino con una dependienta abriendo la caja de al lado y deshaciéndome del puto viejo. Jum....

3 huellas:

Pado 2 de marzo de 2009, 5:35  

jooder! hombre, asi opinando a toro pasado, yo le hubiese dado un empujon con el pie a mi cesta, y con un poco de suerte la suya se iba a tomar por donde toro sentado perdió la pluma. Eso o incrustarle la fruta/verdura con forma falica preferida (o en su caso, una piña)a la altura de la epiglotis previo paso por el recto.

Nada mujer, tranquiizate, deja que la calma del ornitorrinco salvaje pastando por las pradera te imbuya de sosiego y paz. Repite conmigo: ornitorrinco salvaje, ornitorrinco salvaje....

Marino 2 de marzo de 2009, 6:11  

Ya que te saco unos cuantos años y llegaré a la vejez antes que tu, te digo una cosa: si en algún momento me convierto en un viejo amargado de mierda como esos, por favor, mátame :D

Sé que no te costará demasiado ;)

Lur 2 de marzo de 2009, 6:56  

Te prometo que lo haré :D

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