Here comes the rain

>> jueves, 28 de enero de 2010

Es extraño, por no decir sumamente triste, sentir lástima por algo así. Al fin y al cabo, ¿qué eran además de simples palabras en mensajes de texto?
Guardadas con cariño y respeto durante cuatro años, algunas más antiguas que el propio móvil. Momentos importantes, de los pocos, que estaban ahí para ser recordados. Tonterías escasas a modo de código.

¿Tan triste es perder las palabras atesoradas?

Casi nunca las leía, reservadas para esos momentos de aburrimiento. Estaban ahí, sin más, señalando una fecha concreta de algo jodidamente único y también idiota.
"Estoy allí en diez minutos" (22-2-07), "Ven aquí cagando ostias" (9-5-08), "Cuando fuimos los mejoreees" (6-4-07),...

Tal vez el sentirse así viene de antes. Me siento idiota al pensar en lo rápido que quité la batería para denegar la acción errónea de eliminarlos todos, para luego... Ser yo misma quien borrara uno por uno los pocos que se salvaron.

Me dieron igual. Los eliminé con la indiferencia de quien arranca un hilo de una camisa. No sé si porque para lo que quedó poco me importaba no tenerlos, o porque perdieron toda relevancia hace tiempo. Como si me reseteara; como si necesitara romper con todo lo estúpido y ser más consciente del ahora. Harta. Harta de mierdas.
Me decanto por la segunda.

------------------------------------------------------------------------------------

Bandeja de entrada (0)
Mensaje entrante: Vodafone

Llénate con la promoción de otros, para variar. ¿Qué otra cosa si no podía haber? ¿Acaso importas?

About This Blog

Lorem Ipsum

  © Blogger template Sunset by Ourblogtemplates.com 2008

Back to TOP