Lo que hay que oír

TC (tonta del culo): Joder, ¿cuánto más piensa tardar? ¡Que aquí el agua lo pagamos todos!

Yo (cara de "Ah, me haces sentar en una incómoda silla a esperar porque a ti no te sale del coño levantarte del sofá pero para criticar si me tienes en cuenta"): Bueno, sólo lleva cinco minutos y se tenía que lavar el pelo.

TC: ¿Cinco minutos? Lleva más.

Miro para otro lado. No me importa mucho lo que me está diciendo. Lo que paguen de agua me es completamente indiferente, y más con una base tan floja.

TC: Joder, yo me baño con Oliver para ahorrar agua. ¡Podrían intentar poner de su parte también!

Aclaro: no sé quién es Oliver. Acabo de conocer a esta tía en un desafortunado contratiempo en su piso, pero al menos me sobra cerebro para intuir que ese tal Oliver debe ser su novio, rollo o alguien con quien tiene la confianza suficiente para compartir bañera. Lo que yo me pregunto es: ¿Cómo será ese pobre desgraciado para aguantar a semejante cosa?

Yo, tras analizar esa frase: Será para ahorrar tiempo.

TC: No, agua. Ahorramos agua.

Otra vez yo: ¿Cómo? ¿Él se apaña con el agua que cae cuando te escurres el pelo? ¿Os salpicais mutuamente? No entiendo.

TC (cara de "Oye, ¿tú quién eres, qué haces en mi piso y por qué coño me contradices?"):No... (pausa larga, cara que confirma ese mote tan cariñoso que le he puesto. No sabe qué contestar. Te he pillado, lerda) ¡Alba! ¡Termina ya!