He aquí un resumen del viaje:
Edimburgo:
Igual de mágica pero con más lluvia y más cara. Nuestro amigo Wallace seguía por allí -y sí, contaba el mismo truco de la espada y el anillo-. En la Catedral de St. Giles descubrí que mi familia viene de un clan. El Clan Kavanagh. Qué cosas, ¿no? El tiempo hizo que invirtiera las dos tardes que pasamos allí debatiéndome entre ver Friends o Verónica Mars. Crisis.
Inverness:
Un rato inundación. Otro un sol de la ostia. Tazas de café tamaño Júpiter (cariñosamente denominados
sopa-café). Un pueblo-ciudad increíble, mágico. Pensé en hacer mi jubilación allí. Tengo tiempo para decidirlo.
Lago Ness:
No, no vimos a Nessie. En su lugar vimos patos, a montones y en cola.
¿Veis? Patos xDCastillo Urquhart (junto al lago Ness):

Siete libras la entrada. Obviamente, no entramos. Foto chunga en la lejanía y pal coche. Curiosamente fui incapaz de llamar al castillo por su nombre durante un tiempo. Analfabeta o friki de mí, me salía Uruk-Hai. Curioso.
Thurso (o más bien, sus alrededores y no tan alrededores. Vamos, el Norte y punto)
:
Un frío de la ostia. Acantilados increíbles. Pájaros Puffins y ¡focas! (no, no tengo fotos... estaban lo suficientemente lejos para que mi zoom no las pillara T_T)
Bessy:
O vaca peluda, que es igual. No debió gustarle el nombre porque la muy gorda no se volvió para sacarle la foto.
Glasgow:
Sin encanto. Completamente urbanizada y fea. Llena de gente con cara de loco. Exacto, no salí muy contenta de allí. Quiero creer que condicionada por el cansancio.
Fin.
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